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¿Qué son las criptomonedas?

Una criptomoneda es un activo digital que emplea un cifrado criptográfico para garantizar su titularidad y asegurar la integridad de las transacciones, y controlar la creación de unidades adicionales, es decir, evitar que alguien pueda hacer copias como haríamos, por ejemplo, con una foto. Estas monedas no existen de forma física: se almacenan en una cartera digital.



¿Cómo funcionan las criptomonedas?

Las criptomonedas cuentan con diversas características diferenciadoras respecto a los sistemas tradicionales: no están reguladas ni controladas por ninguna institución y no requieren de intermediaros en las transacciones. Se usa una base de datos descentralizada, blockchain o registro contable compartido, para el control de estas transacciones. Al hilo de la regulación, las criptomonedas no tienen la consideración de medio de pago, no cuentan con el respaldo de un banco central u otras autoridades públicas y no están cubiertas por mecanismos de protección al cliente como el Fondo de Garantía de Depósitos o el Fondo de Garantía de Inversores. En cuanto a la operativa de estas monedas digitales, es muy importante recordar que una vez que se realiza la transacción con criptomonedas, es decir, cuando se compra o vende el activo digital, no es posible cancelar la operación porque el blockchain es un registro que no permite borrar datos. Para “revertir” una transacción es necesario ejecutar la contraria. Ya que estas monedas no están disponibles de forma física, hay que recurrir a un servicio de monedero digital de criptomonedas, que no está regulados para almacenarlas.



¿Cómo obtener criptomonedas?

Hay algunos métodos diferentes para conseguir criptomonedas gratis aunque no significa que vayan a regalártelos sino que no tendrás que cambiarlas por dinero. Desde «minar», que conlleva diferentes gatos en consumo y en hardware, hasta webs donde puedes conseguirlas solo por ver un vídeo.
Una opción para conseguirlas sin coste es utilizar un faucet. El primero de ellos fue en 2010 creado por Gavin ANdreesen y ofrecía cinco bitcoins por persona. Pero a día de hoy, más de diez años después, ya han cambiado y mejorado estos sistemas. Aunque mantienen la esencia: debes cumplir con una serie de “misiones” para conseguir una recompensa. Puede ser jugar a un juego, resolver un código captcha, cumplir con tareas sencillas… A cambio, consigues algo. La diferencia con los Airdrops es que los anteriores regalan bitcoins o ethereum o cualquier otra para conseguir éxito o popularidad o visibilidad pero estos grifos o faucets funcionan como un intercambio en el que haces algo y recibes algo a cambio.
Generalmente debemos cumplir con tareas muy fáciles como ver un anuncio o resolver un captcha. Eso sí, suelen tener la condición de no poder hacerlo siempre seguido sino que debemos esperar unos minutos de una tarea a otra. También hay otros más complejos que no implican simplemente ver un anuncio sino que hay que ver un video completo, rellenar una encuesta. Normalmente la complejidad suele ir ligada con la recompensa: más difícil, mejor recompensa recibimos- La mayoría son libres y gratuitos pero uno de sus principales riesgos es que podemos ver anuncios falsos, publicidad o malware que esté oculta en estos grifos de criptomonedas y que pueden suponer un riesgo. Podemos sufrir ataques de phishing tras su uso, por ejemplo.